La tienda mágica

Una mañana, me levanté y fuí a la tienda mágica con mi gata Pelusa, para comprarle arena mágica, ¡Se limpia sola! De pronto ví una caja de ultra-caca de arena para mininos. ¡Era ideal para ella! Ya que le tenía que poner pañales mágicos. Después, ví un montón de botellas de coca-cola que hacían que los animales hablaran. Pelusa se me escapó y se tomó una botella, se puso a hablar y yo aproveché para preguntarle: – ¿Que juguete te gusta más? Y ella me contestó: – El que más me gusta es el sonajero minino. Cuando fuí a cogerlo me encontré un aro teletransportador, me asomé y me ví en el futuro con Pelusa. Me asomé, alguien me empujó, entré y el portal se cerró.
Al cabo de un rato, encontré otra tienda mágica. Cuando entré, me dí cuenta de que había otro portal entre, me llevó al presente y me fuí a casa a dormir.